sábado, 31 de octubre de 2015

ECONOMIA SIN CORBATA PLAN DE MEJORAMIENTO ONCE

ECONOMIA SIN CORBATA

¿Por qué los aborígenes australianos no invadieron inglaterra?


Todos los bebés nacen igual, desnudos. Pero muy pronto a algunos de ellos los cubren con ropa carísima, comprada en las mejores boutiques, mientras que a la mayoría los visten con harapos. Cuando crecen un poco, los primeros ponen mala cara cada vez que los familiares o los padrinos les traen más ropa —ya que ellos preferirían otro tipo de rega- los—, y los segundos sueñan con el día en que podrán ir a la escuela con zapatos sin agujeros.
Ésta es una de las caras de la desigualdad que define nuestro mundo. Puede que oigas hablar sobre dicha desi- gualdad, pero no la ves porque, seamos sinceros, a tu escue- la no van niños condenados a una vida de carencias, inclu- so de violencia, como la de la inmensa mayoría de los niños del mundo. Por lo menos en teoría, sé que eres consciente de que la mayoría de los niños del mundo no son como tú y tus compañeros de clase. Recientemente me preguntaste:
«¿Por qué hay tanta desigualdad?». Mi respuesta no me satisfizo ni siquiera a mí. Así que espero que me permitas volver a responderte, pero esta vez dejando que formule mi propia pregunta.
Puesto que vives y estás creciendo en Australia, en tu instituto de Sídney has asistido a actividades y cursos sobre los aborígenes, y por lo tanto conoces las injusticias come- tidas contra ellos y contra su cultura —que los colonizado- res británicos pisotearon durante dos siglos—, así como de la escandalosa pobreza en la que viven todavía. Pero ¿te has preguntado alguna vez por qué fueron los británicos quie- nes invadieron Australia y les arrebataron —porque les daba la gana— la tierra a los aborígenes —en realidad, los exterminaron—, en lugar de que ocurriese lo contrario?
¿Por qué no desembarcaron los aborígenes en Dover y avanzaron rápidamente hacia Londres asesinando a cada inglés que se atreviera a oponerles resistencia? Apuesto a que en tu instituto ningún profesor se atrevió ni siquiera a plantear esta cuestión.
Sin embargo, esta pregunta es importante. Si no la con- testamos, corremos el riesgo de admitir, sin pensar, que los europeos han sido, al fin y al cabo, más listos y más capaces. El argumento contrario, que los aborígenes eran mejores personas y por eso no fueron colonizadores, no nos con- vence, ya que sólo podríamos aceptarlo si hubiesen cons- truido grandes barcos transatlánticos, hubiesen adquirido armas y el poder para llegar hasta las costas de Inglaterra y
poner en fuga el ejército inglés, pero, aun así, hubiesen ele- gido no esclavizar a los ingleses ni tampoco saquear su tie- rra en Sussex, en Surrey, en Kent.
La pregunta sigue siendo potente: ¿por qué tanta desi- gualdad entre los pueblos? ¿Acaso algunos pueblos son más listos que otros? ¿O quizás es algo diferente, algo que no tiene que ver con el origen o el ADN de las personas, lo que explica que por las calles de tu ciudad nunca hayas visto la pobreza que percibiste cuando caminabas por Tailandia?

una cosa son los mercados y otra cosa, la economía

La sociedad en la que creces fomenta la opinión errónea de que economía es igual a mercados. ¿Qué son exacta- mente los mercados? Los mercados son la esfera del inter- cambio. En  el supermercado «intercambiamos» nuestro dinero por los productos con que llenamos el carro. El que cobra ese dinero —es decir, el propietario o el empleado del supermercado, cuyo sueldo sale del dinero que abona- mos en la caja— lo intercambia a su vez por otras cosas. Si no existiera el dinero, daríamos al vendedor otros bienes que él desease. Por eso te digo que el mercado es el lugar donde se hacen los intercambios. De hecho, hoy por hoy este lugar puede ser virtual (acuérdate de cuando me pides que te compre apps a través de iTunes o libros a través de Amazon).

Te explico estas cosas porque mercados teníamos incluso cuando vivíamos en los árboles, antes de aprender a cultivar la tierra. Cuando un antepasado nuestro ofrecía un plátano pidiéndole al otro una manzana, teníamos una for- ma de intercambio; un mercado rudimentario en el que el precio de una manzana era un plátano, y al revés. Pero esto no es una verdadera economía. Para que se creara una ver- dadera economía hacía falta algo más: hacía falta empezar a producir, en lugar de limitarse a cazar animales, pescar o recoger plátanos.
 
Dos grandes saltos: lenguaje y superávit

Hace aproximadamente ochenta y dos mil años los huma- nos dieron el Primer Gran Salto: lograron utilizar las cuer- das vocales para emitir no solamente sonidos ininteligibles, sino palabras. Setenta mil años más tarde —es decir, hace más o menos doce milenios—, dieron el Segundo Gran Salto: lograron cultivar la tierra. El lenguaje y la posibili- dad de producir comida, en lugar de gritar y comer lo que proporcionaba la naturaleza (caza y fruta), crearon lo que llamamos economía.
A día de hoy, doce mil años después de que el ser huma- no descubriera la posibilidad de cultivar la tierra, podemos considerar aquel momento como verdaderamente históri- co: por primera vez, el ser humano consiguió no depender de la generosidad de la naturaleza, sino que aprendió a trabajarla con esfuerzo para producir bienes para él. ¿Fue un momento de alegría y grandeza? ¡De ninguna manera! La única razón por la cual los humanos aprendieron a cultivar la tierra fue porque tenían hambre. Habiendo exterminado la mayoría de la caza, gracias a la habilidad con la que caza- ban, y habiéndose multiplicado tanto que los frutos de los árboles ya no les eran suficientes, el hambre forzó al ser humano a inventar métodos de cultivo de la tierra.
Como  todas  las revoluciones tecnológicas, tampoco ésta la... elegimos. La tecnología de la agricultura, de la economía agrícola... ¡simplemente surgió! Y, sin preten- derlo, junto con ella cambió la sociedad humana. Por pri- mera vez la producción agrícola creó el elemento básico de una verdadera economía: el superávit. ¿Qué es eso? Es un producto de la tierra que no sólo es suficiente para alimen- tarnos y para sustituir las semillas utilizadas durante el año
—que a su vez habíamos «ahorrado» el año anterior—, sino que además sobra, lo que permite acumularlo para emplearlo en el futuro; por ejemplo, los cereales que hemos guardado para un mal momento —como la destrucción de una cosecha por culpa de una granizada— o para plantar- los el año siguiente, aumentando el superávit futuro.
Aquí hay que fijarse en dos cosas: primero, que es difícil que la caza, la pesca y la recolección de frutos puedan produ- cir superávit, puesto que los peces, los conejos y los plátanos tienen una duración limitada —a diferencia de los cereales, el maíz, el arroz y la cebada, que se conservan—; segundo, que la producción de superávit agrícola generó los siguientes milagros de la sociedad: escritura, deuda, dinero, Estados, ejércitos, clero, burocracia, tecnología e incluso la primera forma de guerra bioquímica. Veámoslos uno a uno...

Escritura

Los arqueólogos nos dicen que la primera forma de escri- tura aparece en Mesopotamia. ¿Para qué se utiliza? Para registrar la cantidad de cereales que cada agricultor había depositado en el almacén común. Es lógico: como era difí- cil que cada agricultor construyera su propio almacén para poder guardar su superávit, era más sencillo que hubiese un almacén común controlado por un guardián en el que cada agricultor guardara su cosecha. Pero este tipo de organiza- ción requería un comprobante de que, por ejemplo, el se- ñor Nabuj había «depositado» cien kilos en el almacén. De hecho, la primera escritura surgió para que se pudiesen es- cribir este tipo de recibos, para que cada cual pudiese de- mostrar cuánto había depositado en el almacén común. No es una casualidad que las sociedades que no necesitaron desarrollar la agricultura, porque la caza y los frutos les eran más que suficientes —por ejemplo, las sociedades de aborígenes australianos y de indígenas norteamericanos—, se hayan conformado con la pintura y la música, y no ha- yan inventado jamás la escritura.

Deuda y dinero

El comprobante de las cantidades de productos, como los cereales que pertenecían a nuestro amigo el señor Nabuj, fue el inicio de la creación de la deuda y del dinero. De nuevo a través de hallazgos arqueológicos sabemos que muchos de los trabajadores cobraban con conchas en las que estaban escritos los números que representaban los ki- los de trigo que el señor debía por el trabajo prestado en sus terrenos. Dado que el trigo al que se referían los núme- ros quizá no se había producido aún, estas conchas eran una forma de deuda del señor hacia el trabajador. Al mis- mo tiempo era una modalidad de dinero, puesto que los trabajadores utilizaban estas conchas para comprar pro- ductos de otros.
No obstante, el hallazgo más interesante tiene que ver con la creación del dinero metálico. Muchos creen que las monedas metálicas se idearon para ser utilizadas en las transacciones, pasando de mano en mano. Pues bien, no fue así. Por lo menos en Mesopotamia, ¡las monedas metá- licas se utilizaban para registrar la distribución del superá- vit agrícola mucho antes de que se les diera el uso actual! Tenemos pruebas de que, en algún momento, el registro de derechos de propiedad sobre los cereales que se guardaban en los almacenes comunes se hacía en función de monedas metálicas virtuales. ¿Virtuales? Sí, virtuales. Por ejemplo, en el registro contable se escribía: «El señor Nabuj recibirá cereales por valor de tres monedas metálicas». Lo divertido es que estas monedas, o bien ni siquiera
existían —es decir, no se acuñaron hasta centenares de años después—, o bien existían pero pesaban demasiado como para que circularan. De este modo, las transacciones sobre la parte del superávit se realizaban en función de unidades monetarias virtuales. Pero algo así requería lo que llamamos creer —en latín, credere, y en inglés, credit—: la creencia o confianza de que estas unidades virtuales tenían valor de cambio y por eso merecía la pena que alguien tra- bajara para recibirlas.
Sin embargo, para que existiera esa confianza, era nece- sario que hubiera algo parecido a lo que nosotros llamamos Estado: una  institución  colectiva que  sobreviviera a  la muerte del señor y en la que alguien pudiera confiar que le daría, a su tiempo, la parte del superávit que le pertenecía.
 
Estado, burocracia y ejércitos


Así, deuda, dinero, confianza y Estado van de la mano. Sin deuda no habría una manera fácil de gestionar el superávit agrícola. Justo cuando nació la deuda surgió el dinero. Pero el dinero, para tener valor, exigía una entidad colectiva, el Estado, que lo hiciera fidedigno. Desde luego, es imposible que exista un Estado sin superávit, ya que necesita buró- cratas que gestionen los asuntos públicos (por ejemplo, tri- bunales que ejerzan de árbitros en el caso de conflictos por discrepancias sobre qué se le debe a cada cual), policías que defiendan los derechos de propiedad y, por supuesto, gobernantes que persigan, con razón o sin ella, un alto nivel de vida. Nada de esto se puede mantener sin un superávit considerable, del que puedan vivir todos ellos sin necesidad de trabajar en el campo. Al mismo tiempo, sin superávit tampoco puede existir un ejército organizado. Y, sin ejército organizado, el poder del gobernante, y del Estado en general, no se puede imponer, al tiempo que el superávit de la sociedad se hace vulnerable a los ataques externos.

Clero

Si lo analizamos desde el punto de vista histórico, todos los Estados que surgieron de las sociedades agrícolas repartie- ron el superávit de una manera tremendamente injusta, en beneficio de los que eran social, política y militarmente po- derosos. Sin embargo, por muy poderosos que fueran los gobernantes, nunca lo hubieran sido lo suficiente como para enfrentarse a la gran mayoría de agricultores sin poder que, de haber llegado a aliarse, hubieran sido capaces de derrocar en pocas horas el régimen que los explotaba.
Entonces, ¿cómo conseguían los gobernantes mantener su poder y seguir distribuyendo el superávit a su conve- niencia sin que les molestase la mayoría de la población? La respuesta es: mediante la inculcación de una ideología legitimadora que convencía a la mayoría de que los gober- nantes lo eran por derecho. De que así debían ser las cosas.

lunes, 26 de octubre de 2015

plaza precio grado once

PLAZA: TERCERA “P” DE LA MERCADOTECNIA

Luego de identificar las necesidades del cliente o consumidor y desarrollar un producto que lo satisfaga, es necesario determinar como hacer llegar los productos al mercado.
Rutas o canales de distribución mediante los cuales se transporta el producto desde el centro de producción hasta el consumidor de la manera más eficiente posible.

_ Distribución. Forma de hacer llegar el producto al consumidor que lo necesita y lo compra.
_ Canal.- Formado por personas o compañías que contactan a fabricantes y consumidores.



Canales de distribución para bienes intangibles
 

Productor                         Consumidor
· La venta directa el fabricante sin emplear intermediarios lleva el producto al consumidor.
· Los sistemas de distribución Integrados fabricante lleva ella misma el producto al consumidor pero utilizando tiendas propias.
· Canales de distribución ajenos Envían los productos a través de mayoristas y tiendas que no son de su propiedad.

¿Cómo elegir el canal de distribución apropiado?
Cada paso del proceso de distribución hace posible incrementar la distribución a un mayor número de clientes potenciales; sin embargo, cada paso también provoca una pérdida de control y contacto directo con el mercado. Por lo anterior, cuando se elija un canal de distribución deberán tomarse en cuenta aspectos tales como:

_ Costo de distribución del producto.
_ Control sobre políticas de precio.
_ Conveniencia para el consumidor del punto final de venta.
_ Capacidad de la empresa para distribución.

CUARTA “P” DE LA MERCADOTECNIA (Precio. Es la cantidad de dinero que se paga por los bienes o servicios)

La fijación del precio es muy importante debido a que influye en la percepción que el consumidor final tiene acerca del producto o servicio. No debe olvidarse a qué tipo de mercado se enfoca el producto. Debe saberse si lo que buscará el consumidor será calidad sin importar el precio, o si el precio será una de las variables de decisión más importantes que determinarán la demanda del producto.
Las decisiones de determinación del precio son influidas por factores internos y factores ambientales externos.

a)      Los factores internos.

Los costos fijos (también conocidos como indirectos) son los que no varían con el nivel de producción o de ventas. Son aquellos gastos que la empresa debe cubrir, sin importar si produce o no, es decir, son los costos que no varían cualquiera que sea el volumen de producción. Ejemplo: el impuesto predial, depreciación de edificios o maquinaria, los primas de seguros, sueldos de mano de obra indirecta, los intereses de créditos obtenidos, etc.
Los costos variables están en función directa de los niveles de producción, es decir, que a medida que se producen más unidades se incrementan los costos. Ejemplo: Materia prima, energía eléctrica, mano de obra directa, etc.
• Los costos totales son la suma de los fijos y los variables en cualquier nivel de producción.
Cuando se han determinado los costos, es conveniente obtener el punto de equilibrio, de la siguiente forma:

Punto de equilibrio
Es una técnica analítica que estudia las relaciones entre los costos fijos, variables, totales y las y utilidades o pérdidas de una empresa en un momento dado.




a)    Factores ambientales externos.

La libertad de que goza el vendedor para fijar sus precios varían con el tipo de mercado. Los analistas reconocen los cuatro siguientes:

_ Competencia pura: El mercado consta de muchos vendedores y compradores
_ Competencia monopólica: El mercado esta constituido por muchos vendedores y compradores
_ Oligopólica: El mercado esta formado de unos cuantos vendedores
_ Monopolio puro: Esta formado solo por un vendedor

Otros factores que influyen:

_ Fijación de precios en el punto de equilibrio: Fijar el precio en función del punto de equilibrio
_ Fijación de precios en función de las utilidad meta: Fijar un precio que cubra los costos de fabricación y comercialización de un producto más una utilidad meta
_ Fijación de precios en función del comprador: Cada vez es mayor él numero de compañías que basan sus precios en el valor percibido del producto
_ Fijación de precios en función de la competencia. Se toma en cuenta el precio de los competidores para proponer el propio.

ACTIVIDAD

1.       Un cuadro sinóptico acerca de la 3 p en mercadotecnia la plaza
2.       Por medio de dibujos represente canales de distribución para bienes tangibles
3.       Elabore un mapa conceptual sobre el precio
4.       Elabore 12 preguntas sobre la plaza y el precio
5.       Por medio de dibujos represente factores ambientales externos del precio
6.       Copia la grafica sobre el punto de equilibrio


lunes, 19 de octubre de 2015

Acuerdos regionales de comercio grado 10

TALLER

1. Lee y copia la siguiente información.

Ventajas del proteccionismo:


- Fomenta a la industrialización y la creación de empleo mediante un proceso de sustitución de importaciones por productos fabricados en el propio país.
- Excita con facilidad los sentimientos nacionalistas, porque impulsa a la gente a que se consuman productos nacionales.
- Posibilita el desarrollo de industrias nacientes, que no podrán competir con las industrias de otros países donde se han instalado con anterioridad.
- Combate el déficit que se presenta entre las exportaciones y las importaciones.



Desventajas del proteccionismo:



- Una devaluación de la moneda como medida proteccionista, hará que todos los ciudadanos queden instantáneamente empobrecidos frente al exterior. Un “impuesto” del que resultará difícil librarse y que traducirá a términos patrimoniales el coste de la protección y el impulso a las exportaciones
- El fomentar a elegir productos nacionales, hace que las personas compren productos aunque sean más caros o de peor calidad que los de fuera. Esto influirá muy negativamente sobre la capacidad de competir y de exportar frenando el crecimiento. Las devaluaciones impulsarán también las exportaciones, pero empobrecerán al país.
- Al eliminar la competencia de productos extranjeros, el producto nacional podría aprovechar esa protección para acaparar el mercado y subir los precios del producto de forma excesiva.
- Al recurrir al proteccionismo, los gobiernos promueven más a la producción y la distribución al producto nacional y que este se comprometa en dar un producto de alta calidad.



Las salvaguardias son medidas de emergencia para proteger la industria nacional que se ve amenazada ante el creciente aumento absoluto o relativo de las importaciones. Estas medidas consisten en la restricción temporal de las importaciones que afectan con dañar o causar daño grave al sector nacional los cuales no están preparados para competir con los productos importados. Las medidas de salvaguardias a diferencia de las medidas antidumping y las medidas compensatorias no requieren una determinación de practica desleal.
El problema de la imposición de salvaguardia surge cuando estas se buscan imponer por razones diferentes a la protección del sector, ante el daño provocado por la mayor importación de productos ya sea en términos absolutos o relativos, por consiguiente, un estudio técnico será de útil importancia con el fin de evaluar consistentemente la situación comercial de un país ante el mercado internacional, analizando si los problemas inmersos en el sector son provocados en verdad por la importación de productos o por problemas de agenda interna, lo que tendría que ver con fallas de apoyo a las políticas de competitividad y desarrollo del sector y/o problemas de informalidad (debido a la mayor cantidad de importaciones informales), lo cual ocasionan que el daño de las importaciones se magnifique, además de considerarla como causa aparente del perjuicio.
Los trabajos más recientes que se refieren al análisis de salvaguardias pueden dividirse en dos grandes bloques. Uno de estos enfoques, centra su análisis en el ajuste económico, mientras que el otro enfoque se concentra en el proteccionismo.
Enfoque del Ajuste Económico
Desde este enfoque la filosofía de las salvaguardas está fundamentada en la necesidad de suavizar el coste del ajuste cuando éste se produzca y, también, para afrontar el compromiso de la liberalización del comercio con ciertas garantías de tal forma que, cuando aparezcan problemas en las empresas nacionales, puedan atenuarse las obligaciones o compromisos comerciales. En este sentido se consideran medidas que favorecen los compromisos de liberalización del comercio porque de otra forma los países serían más cautos al momento de firmar un compromiso de apertura de mercado o simplemente no permitirían dicha liberalización.
Enfoque del Proteccionismo

En este punto se encuentran aportaciones como la de Jhon Jackson en su libro The World Trading System (1989) quien sostiene que en la realidad las salvaguardias tendrían un fundamento proteccionista originado por una presión política y social de corto plazo. Esta presión estaría compuesta por un lado, por los intereses políticos de contar con un sistema legal con el fin de aliviar las presiones internas( paros, movilizaciones gremiales) que causan las importaciones, contra el interés de limitar lo menos posible el comercio con el fin de contar con los beneficios de la liberalización comercial. Por consiguiente, la única forma de darle continuidad al proceso de liberalización comercial es otorgarle concesiones proteccionistas de carácter excepcional y temporal, esto sustentado en que si no se hicieran dichas concesiones, el riesgo que se corre de que la presión política quiebre los principios liberales es muy alto, y tanta absolutez amenazaría en forma mucho más comprometedora la estabilidad del proceso de apertura comercial.
Aplicación de Salvaguardias según la OMC:
La aplicación de salvaguardias según las normas de la OMC se impondrán de manera no selectiva, es decir, en régimen de la nación más favorecida; por consiguiente ningún país miembro de la OMC podrá aplicar salvaguardias a las exportaciones de países específicos por él elegidos, es decir se realizara sin hacer discriminación sobre la procedencia de éstas.
Requisitos para la imposición de salvaguardias
1. Aumento de las importaciones.
2. Daño grave o amenaza de daño grave en el sector del país relacionado con los productos importados.
3.     Relación causal entre los puntos (1) y (2).

2. REALICE UN MAPA CONCEPTUAL DE LAS SALVAGUARDIAS

TRES ESTRATEGIAS PARA EL LIBRE COMERCIO

El Fondo Monetario Internacional hizo un estudio sobre tres diferentes aproximaciones para negociar tratados de libre comercio y ha recomendado tener cautela en negociar dos de ellos que pueden entorpecer la marcha de los tratados multilaterales, que parecen ser los preferidos del Fondo.

Los expertos del Fondo analizan la primera estrategia, o sea la de los tratados regionales, que consisten en disminuir los derechos arancelarios de las importaciones de ciertos países sin requerir una reducción excesiva en estos aranceles, como ha sido el caso de los países del Sub-Sahara africano bajo la ley de Crecimiento y Oportunidades Africanas. El segundo es el tipo de tratado multilateral que se entiende con propuestas bajo discusión en la Ronda Doha de la Organización Mundial de Comercio.

Y la tercera estrategia, que ha estado ganando creciente momentum, se enfoca en acuerdos de tipo bilateral. El que ha estado dirigiendo la política comercial de Estados Unidos es un juego de tres objetivos: incrementar las exportaciones de bienes y servicios norteamericanos, mejorando el clima de inversiones en el exterior y cementando los lazos geopolíticos y de seguridad. Este último elemento es especialmente relevante con relación al Oriente Medio, región donde Estados Unidos está implantando rigurosamente tratados de libre comercio.

No hay una respuesta simple a la pregunta de si Estados Unidos está gastando su energía en acuerdos regionales y bilaterales a costa de un empuje más vigoroso hacia negociaciones de comercio multilateral. Se comenta que la competencia por acuerdos bilaterales y regionales de comercio crean incentivos para que los países liberalicen sus aduanas en el contexto de estos acuerdos que, a su turno, favorezcan una liberalización más profunda en el contexto de negociaciones multilaterales. Hay proponentes del punto de vista de que el "regionalismo competitivo" puede catalizar la liberalización del comercio global. Por ejemplo, a menudo se dice que el establecimiento del Nafta ayudó a mover la anterior Ronda Uruguay hacia adelante cuando se encontraba estancada.

Por otro lado, algunos observadores están preocupados porque la aproximación regional a la liberalización del comercio podría debilitar los incentivos de la liberalización multilateral, y hay pocos signos de que el reciente impulso para arreglos regionales ha ayudado a la Ronda Doha. Además con la actual Ronda en una coyuntura crítica, muchos países parecen seguir el liderazgo norteamericano y están poniendo creciente énfasis en acuerdos de libre comercio regional o bilateral, posiblemente reduciendo la urgencia de trabajar en su desempantanamiento a nivel multilateral.

Ante la pregunta de si podrían ser restructurados los acuerdos regionales o bilaterales para maximizar sus beneficios, la respuesta del Fondo es que los acuerdos regionales o bilaterales no son substitutos de la liberalización multilateral.
Pero estos intentos no desaparecerán, y aún parece que proliferarán más los acuerdos regionales que parecen ofrecer los más grandes beneficios y encaminarse a una menor dispersión de comercio si ellos cubren un amplio rango de productos e incluyen un grupo diverso de países. Muchos acuerdos de libre comercio cubren ya productos manufacturados. La inclusión de servicios y bienes agrícolas pueden traer aún más grandes beneficios.

También, si se manejan acertadamente, los países en desarrollo podrían ganar de la integración con países desarrollados, no solamente a través del comercio sino también a través de positivos efectos de ensanchamiento de la inversión y del clima de negocios. Similarmente los tratados de libre comercio podrían jugar un importante papel en ayudar a forjar reformas más amplias, tales como el ambiente legal y la administración de aduanas.
Es imposible predecir los efectos al futuro de los tres tipos de tratados de libre comercio, pero de todas maneras el acercamiento entre países sería el paso principal a dar para afianzar y ensanchar el comercio entre países.


3. Realice un cuadro sinoptico con 10 ideas principales