EL CONFLICTO ARMADO COLOMBIANO A FINALES DEL SIGLO XX

A finales del siglo XX, el conflicto interno se extendió por todo el territorio nacional. Los actores armados  insurgentes, como lo eran las FARC y el ELN, habían incrementado su número de frentes y combatientes, colocando en jaque a las fuerzas militares y policiales. La  geografía del conflicto mostraba una consolidación de  la guerrilla en regiones mineras, en zonas de agricultura comercial y en corredores estratégicos para la comercialización de drogas. En estas zonas, la guerrilla se enfrentó a los grupos paramilitares que tomaban fuerza.  La principal característica del conflicto armado fue la de ser catalogado como una guerra contra la sociedad, en  el sentido que los actores armados ilegales dejaron de  lado sus postulados ideológicos para obtener el apoyo  de la población. Por el contrario, los actores armados  adquirieron una autonomía frente a las comunidades locales, a la que reprimía y manipulaba de acuerdo a sus intereses. El resultado fue la preeminencia de los intereses económicos sobre el apoyo de la población, ya que si bien los guerrilleros y los paramilitares se financiaban en gran parte por el tráfico de drogas, la extorsión y el secuestro sirvieron para este fin.

En la última década del siglo XX, los actores armados evolucionaron hacia un conflicto que movilizaba un  gran número de tropas que ajustaban golpes contundentes contra el enemigo.

El desarrollo de los actores armados fue el siguiente:

n La guerrilla. Estos grupos se transformaron en grandes ejércitos, ya que las FARC alcanzaron la cifra de 18 mil combatientes y el ELN los 4 mil miembros. Entre 1995 y 1998, las FARC movilizaron grandes ejércitos, organizaron grupos de elite conocidos como columnas móviles y asentaron resonantes derrotas a la policía en Miraflores (1998) y el ejército en Las Delicias (1997) y El Billar (1998). La arremetida de este grupo guerrillero motivó al abandono de la fuerza pública de varias regiones del país, además de afectar a la población civil con la toma de pueblos y los secuestros masivos en las carreteras, conocidas como pescas milagrosas.

El ejército. Esta fuerza empezó un proceso de modernización importante: para 1998, contaba con 120 mil soldados, incrementó la flotilla de helicópteros a 160 aparatos y crearon fuerzas especiales que contrarrestaron el poder de la guerrilla. Esta fue lograda por el Plan Colombia, programa norteamericano destinado para combatir el narcotráfico.

Los Paramilitares. En 1996, se creó las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) con 8 mil miembros, la cual buscó organizar la guerra contrainsurgente en todo el país.

Pese a presentarse esta evolución del conflicto, sus protagonistas intentaron buscaron una salida política. En 1998, el presidente electo Andrés Pastrana adelantó con las FARC un proceso de paz, para lo cual despejó 42 mil kilómetros cuadrados de una amplia zona comprendida entre los departamentos de Caquetá y Meta para adelantar una en ese lugar una mesa de conversación. Luego de casi tres años, estas negociaciones fracasaron y el Estado retornó a estas zonas.