Paisaje y cultura cafetera son patrimonio de la humanidad
Desde hoy los paisajes y la idiosincrasia del viejo Caldas pasaron a ser un tesoro no solo para los colombianos sino para el mundo entero, luego de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Tecnología, Unesco, declarara la región cafetera como un patrimonio de la humanidad.
Esta zona, que comprende Caldas, Risaralda, el sur de Antioquia y el Oriente del Valle, fue colonizada a fines del siglo XIX y empezó a generar réditos económicos para el país, inicialmente, por la producción del caucho.
Sin embargo, ya a finales de esa centuria, pero con suficiencia en el siglo XX el café no sólo se convirtió en el principal producto agrícola de la región sino del país, que debe la mayor parte de sus exportaciones, precisamente, a la comercialización del grano.
La 35ª sesión del Patrimonio Mundial de la Unesco tuvo en cuenta el ragambre de las costumbres que han generado la actividad cafetera en esa zona del país que, según Nuria Sanz, Jefa de la Unidad América Latina y el Caribe del Centro de Patrimonio Mundial, no tienen par en el continente.
"Se trata de un paisaje que no es testimonio, sino que es realidad, en producción, que combina la tradición y la investigación, sin olvidar procesos de alfabetización, sanidad, vivienda digna. El paisaje cultural cafetero de Colombia no es un escenario, es una institución que ha desarrollado en paralelo mejoras en la producción y en la calidad de vida de los productores", sostuvo.
Atracciones turísticas como el Parque Nacional del café, en Montenegro, Quindío, o el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria, Panaca, en Quimbaya, han hecho de la zona uno de los sitios predilectos para los visitantes en los últimos años.
El Eje Cefetero se convierte así en el sexto lugar colombiano considerado como patrimonio para la humanidad, al lado de el Puerto Fortalezas y el conjunto monumental de Cartagena de Indias, el Parque arqueológico nacional de Tierradentro, el de Los Katíos, el Arqueológico de San Agustín, el Centro histórico de Santa Cruz de Mompox y el Santuario de flora y fauna de Malpelo.
Dicho reconocimiento se otorgó porque se demostró que el PCC es un ejemplo excepcional de un paisaje cultural, sostenible y productivo que se adapta a unas características geográficas y naturales únicas en el mundo, y que ha desarrollado una cultura y un capital social excepcionales.
La región colombiana declarada está conformada por un área que comprende 47 municipios y 411 veredas de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca. Allí se ubican cerca de 24 mil fincas cafeteras, en las que viven alrededor de 80 mil personas.
El PCC es un ejemplo excepcional de un paisaje cultural productivo, resultado del esfuerzo de varias generaciones de familias campesinas que, por más de 100 años, han acumulado saberes para adaptar en sus pequeñas parcelas el cultivo de café a las difíciles condiciones del entorno. Así han obtenido uno de los mejores productos del mundo y desarrollado una fuerte identidad cultural. Los habitantes rurales de la zona también han instaurado modelos de acción colectiva excepcionales alrededor de la Federación de Cafeteros y sus Comités Departamentales, y forjado así una institucionalidad legítima y activa que desarrolla ambiciosos programas de sostenibilidad en Acción. Todo esto enmarcado en prácticas innovadoras en el manejo y protección de los recursos naturales.
El cultivo del café se constituyó en el principal generador de vida del PCC. El alto grado de especialización en la producción cafetera y los requerimientos de trabajo manual asociados con el cultivo del café en altas montañas, contribuyeron a crear comunidades de pequeños propietarios que generaron con el tiempo un sector rural cada vez más dinámico. A través del cultivo, beneficio y comercialización del café, se creó una fuente sostenible de ingresos para los productores y sus familias. Esta situación facilitó la creación y expansión de mercados internos y sustentó el desarrollo de una cultura cafetera.
¿Qué criterios se tuvieron en cuenta para declarar al PCC?
I. Esfuerzo humano familiar, generacional e histórico para la producción de un café de excelente calidad en el marco de un desarrollo humano sostenible: Esta zona suma más de un siglo dedicada a la actividad del cultivo del café. Esto explica el alto grado en que la caficultura ha permeado la vida social y cultural de los habitantes de la región. El PCC está ubicado en las laderas de las cadenas montañosas pertenecientes a las cordilleras central y occidental de los Andes colombianos.
II. Cultura cafetera para el mundo: La importancia de la caficultura en la región ha trascendido el aspecto económico. Alrededor de esta actividad se han desarrollado una serie de tradiciones o manifestaciones culturales y sociales que se han transmitido de generación en generación, como mitos o leyendas, saberes culinarios, fiestas tradicionales, sitios tradicionales, artesanías, vestuario típico, literatura, música, pintura y fotografía, entre otras.
III. Capital social estratégico construido alrededor de una institucionalidad: El modelo institucional cafetero desarrollado por la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) ha demostrado ser efectivo para lograr un acceso a los mercados a través del desarrollo de un completo sistema de comercialización, almacenamiento, asistencia técnica, investigación y desarrollo tecnológico, promoción y soporte institucional.
IV. Relación entre tradición y tecnología para garantizar la calidad y sostenibilidad del producto: El mejoramiento continuo de las técnicas de cultivo ha sido posible gracias al desarrollo de un Circuito del Conocimiento alrededor del caficultor y su actividad productiva. Este circuito está compuesto por diversas instituciones como Cenicafé (generación de tecnologías), el Servicio de Extensión de la FNC (transferencia de tecnología) y la Fundación Manuel Mejía (capacitación de extensionistas y caficultores). Éstas tienen una fuerte presencia en la zona principal del PCC. De la mano de este circuito, los caficultores han implementado innovaciones tecnológicas que han dado sostenibilidad a su actividad.
imageEl hecho de que el PCC haya sido incluido por la UNESCO en su lista de Patrimonio de la Humanidad significa que la región y el país obtendrán mayor reconocimiento mundial en torno al café, desarrollando elementos adicionales de diferenciación que pocos productos pueden replicar. En esencia el PCC es el primer paisaje cultural vivo y productivo declarado en torno al café. Sólo un número limitado de productos ha logrado este reconocimiento, como la región del paisaje cultural Agavero en Mexico (de donde proviene el Tequila) o el del Alto Douro Vinhateiro en Portugal. Pero el beneficio más importante es asegurarles un invaluable legado cultural y la conservación de esos valores a las futuras generaciones.
En nuestra próxima edición de Café de Colombia al 100% daremos a conocer a nuestros miembros 100% cómo este gran intangible se ha tornado en una marca ingrediente que puede ser usada por los tostadores miembros para diferenciar sus productos utilizando este nuevo argumento de diferenciación frente a consumidores y clientes, y ampliar así las ofertas del producto.
ACTIVIDAD
1. CUADRO SINOPTICO 15 IDEAS PRINCIPALES
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