TALLER APROVECHAMIENTO DEL AGUA
AGUA DULCE: RÍOS Y LAGOS.
Desde siempre el ser humano ha utilizado el agua como fuente
de recurso.
Los ríos y lagos nos proporcionan el agua dulce necesaria
para el consumo humano, la industria y la agricultura. También son un atractivo
turístico, porque favorecen actividades de ocio y excelentes vías de
comunicación.
La agricultura es el sector que más agua consume. En España,
el 80% del agua disponible tiene un consumo agrícola. Es importante mejorar los
canales y acequias para evitar las fugas de agua, no regar a pleno sol, y usar
técnicas de ahorro de agua.
La mayoría de veces, el agua de los ríos y lagos debe ser
tratada en una planta potabilizadora antes de su consumo. El agua es un bien
escaso, por lo que se fomenta el ahorro doméstico para no desperdiciarla.
Finalmente el agua de las ciudades es tratada nuevamente en
plantas depuradoras antes de volver a los ríos.
Los ríos y lagos atraen al turismo porque ofrecen paisajes
de gran belleza y la oportunidad de practicar muchos deportes y actividades de
ocio en contacto con la naturaleza.
Los ríos, a veces, han sido una barrera que ha separado
países y pueblos. En otras ocasiones son excelentes vías de comunicación.
En los embalses almacenamos el agua de los ríos. Las presas
regulan la capacidad del embalse. La fuerza con la que el agua retenida sale de
la presa es aprovechada para producir energía en las centrales hidroeléctricas.
AGUA SALADA: MARES Y
OCÉANOS.
Las plantas desalinizadoras permiten obtener agua potable a
partir del agua salada. Las instalaciones de una planta desalinizadora suponen
una gran inversión y elevados costes de explotación, de ahí que estos
procedimientos son justificables en casos de gran necesidad y para pequeños
consumos domésticos
La pesca es una actividad que ha evolucionado mucho.
Actualmente se realiza en pequeños barcos de cabotaje (bajura) o en grandes
buques congeladores (altura o gran altura) que faenan lejos de sus puertos de
origen. España cuenta con una flota pesquera muy importante.
Las aguas de los océanos y los mares sirven como vías de
comunicación. La navegación marítima es sobre todo importante para el
transporte de mercancías, ya que un barco tiene una gran capacidad de carga. En
España el transporte marítimo está orientado principalmente al transporte de
mercancías.
El mar y la costa se han convertido en muchos casos en un
recurso turístico que atrae a numerosos visitantes, a la vez que crea muchos
puestos de trabajo. Pero es importante evitar el turismo masivo que ocasiona
importantes agresiones medioambientales. España es uno de los principales
destinos turísticos del mundo.
LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA
Los ríos, lagos y mares recogen, desde tiempos inmemoriales,
las basuras producidas por la actividad humana.
El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de
purificación. Pero esta misma facilidad de regeneración del agua, y su aparente
abundancia, hace que sea el vertedero habitual en el que arrojamos los residuos
producidos por nuestras actividades.
Pesticidas, desechos químicos, metales pesados, residuos
radiactivos, etc., se encuentran, en cantidades mayores o menores, al analizar
las aguas de los más remotos lugares del mundo. Muchas aguas están contaminadas
hasta el punto de hacerlas peligrosas para la salud humana, y dañinas para la
vida.
La degradación de las aguas viene de antiguo y en algunos
lugares, como la desembocadura del Nilo, hay niveles altos de contaminación
desde hace siglos; pero ha sido en este siglo cuando se ha extendido este problema
a ríos y mares de todo el mundo
Primero fueron los ríos, las zonas portuarias de las grandes
ciudades y las zonas industriales las que se convirtieron en sucias cloacas,
cargadas de productos químicos, espumas y toda clase de contaminantes. Con la industrialización
y el desarrollo económico este problema se ha ido trasladando a los países en
vías de desarrollo, a la vez que en los países desarrollados se producían
importante mejoras.
A. ¿Cómo se produce la contaminación del agua?
Generalmente, la contaminación del agua se produce a través
de la introducción directa o indirecta en los acuíferos o cauces de diversas
sustancias que pueden ser consideradas como contaminantes.
Pero existen dos formas principales de contaminación del
agua:
Una de ellas tiene que ver con la contaminación natural del
agua, que se corresponde con el ciclo natural de ésta en que puede entrar en
contacto con ciertos constituyentes contaminantes (como sustancias minerales y
orgánicas disueltas o en suspensión) que se vierten en la corteza terrestre, la
atmósfera y en las aguas.
Pero el otro tipo de contaminación del agua tiende a ser la
más importante y perjudicial, y tiene especial relación con la acción del ser
humano.
B. Consecuencias de la contaminación del agua
Esta contaminación no sólo afecta a los propios humanos en
sí, sino a la fauna y a los diferentes seres vivos que pueden vivir en la
misma.
Eso sin contar que el agua contaminada puede ser portadora
de una gran variedad de enfermedades, algunas de ellas mortales.
C. ¿Qué hacer?
Medidas para ahorrar y no contaminar el agua.
1. En el baño:
Revisa regularmente las instalaciones hidro-sanitarias y
equipos para detectar fugas.
No utilices la taza del baño como basurero.
Coloca una botella de agua de 1lt. en el depósito del agua,
esto te ayudará a ahorrar un litro de agua por cada descarga
2. En la limpieza personal:
Cierra las llaves del agua mientras te enjabonas o afeitas y
ábrelas sólo para enjuagarte.
Coloca una cubeta para recoger el agua fría mientras sale la
caliente; puedes usarla después en la limpieza de la casa, del coche o para
regar las plantas. Al fugarse una gota por segundo, al final del día se llena
una cubeta de por lo menos 30 litros.
Enjuágate los dientes, después de cepillarte, con un vaso de
agua
3. En la limpieza de la casa:
Limpia pisos, paredes y vidrios con dos cubetas de agua; una
para limpiar y otra para enjuagar. No abuses de los productos de limpieza.
Aprovecha el agua jabonosa para lavar los escusados. Si la
del enjuague está libre de productos de limpieza, utilízala para regar las
plantas o el jardín.
4. En la cocina:
Antes de lavar los trastos, retira los residuos de comida y
deposítalos en un bote o bolsa; no los arrojes por el drenaje ni los revuelvas.
Remoja los trastos de una sola vez; si tienen mucha grasa,
utiliza agua caliente. Enjabónalos con la llave cerrada y enjuágalos
rápidamente bajo un chorro moderado.
Lava las verduras en un recipiente con agua; tállalas con
los dedos o con un cepillo y desinféctalas. Reutiliza esta agua para el
escusado o regar plantas.
5. Al lavar la ropa:
Remoja la ropa en jabón para que sea más fácil quitar
manchas y mugre.
Si lavas la ropa en el lavadero, no desperdicies el agua.
Reutiliza con la que enjuagaste para remojar la siguiente tanda de ropa sucia .
Si utilizas lavadora, úsala sólo para cargas completas. Esto
ayuda a ahorrar agua y energía eléctrica.
Utiliza poco detergente, no es necesario crear mucha espuma,
basta con sentir el agua jabonosa, recuerda que lo que limpia la ropa no es la
espuma.
Utiliza detergentes biodegradables.
6. Para regar las plantas:
Hazlo durante la noche o muy temprano, cuando el sol tarda
más en evaporar el agua.
Reutiliza el agua que juntaste de la regadera y de lavar las
verduras para regar las plantas o el jardín.
No retires las hojas que caen de la poza de la planta, para
ayudar a mantener la humedad por más tiempo.