TALLER “PONGÁMONOS EN SU LUGAR”
COMPETENCIA A DESARROLLAR
Comprendo la importancia de brindar apoyo a la gente que
está en una situación difícil. (Por ejemplo, por razones emocionales,
económicas, de salud o sociales.)
OBJETIVO
Sensibilizar a los estudiantes ante una realidad ajena a
la nuestra.
Cuentos sobre el drama de los desplazados en Colombia.
Errantes e invisibles
Tras la caída de la dictadura y la muerte del General,
finalmente logramos escapar. Pero ya era tarde.
Tantos años apisonados y ocultos por la bota lancinante y
nefanda, nos volvieron irreconocibles.
Convertidos ahora en fábulas de terror y espanto
irrecordables, nos hicimos sombras invisibles y errantes.
Con nuestros huesos partidos, mutilados y desperdigados
por completo, inútilmente nos buscábamos entre la confusión y la ingravidez del
mundo muerto.
Todavía recuerdo cuando llegaron: Anochecía. Era la hora
del crepúsculo y con su llegada, las luces silbosas y quemantes que volaban por
los aires, se confundían con las estrellas resplandecientes que parecían
observar con un escalofrío indignante lo que allí pasaba.
–– ¿Cuánto falta pá?, ¿cuánto falta? Ya estoy cansando y
tengo sueño.
–– Camine, camine rapidito mijo y no pregunte tanto.
–– Estoy cansado pá, ¿cuánto falta? ––preguntó de nuevo
mi pequeño hijo, mientras me observaba con desconcierto.
–– Ya casi llegamos, ya casi. Estamos a medio camino ––.
Respondí con ojos nebulosos.
–– ¿A medio camino de dónde?
–– A medio camino de cualquier parte. ¡No ve que llegaron
con una lista y los están llevando!
–– ¿Quiénes? ¿Los mismos que se llevaron a mi mamá y al
tío Ancízar?
–– No lo sé mijo. No lo sé. Pero debemos desaparecer
antes de que nos desaparezcan.
Y es que hasta allí, en esas
tierras que ya habían sido testigas mudas de la desesperación y muerte de
algunos de sus pobladores –vecinos nuestros– hasta allí llegaron ellos esa
horrenda noche en que la luna, vestida de dolor, nos dio aviso de su llegada, y
nosotros, despavoridos e indefensos, vimos correr sus cuerpos presurosos tras
los nuestros. Finalmente nos atraparon a todos. O a casi todos, porque mi
pequeño ya no estaba conmigo. Jamás lo volví a ver.
Quizás se escabulló,
haciéndose sombra entre el río aquel que no logramos alcanzar. De pronto llegó
a la ciudad y allí obtendría una credencial que le aseguraría una vida errante
y eternamente borrascosa.
Pero estaría vivo por lo menos
y eso importaba.
Quizás el destino lo tendría
para el infortunio y alguien, entre la muchedumbre, viendo a mi pequeño
abandonado por completo, sintió pena por él y le tendió la mano. A lo mejor
ahora sea todo un doctor y los recuerdos de esa noche funesta se hayan borrado
de su memoria. Pero, y yo… ¿Acaso me recordará? ¿Tendrá viva la imagen de su
padre? Y si nada de esto paso… ¿Si también fue desaparecido y vaga como
nosotros, angustiado entre el viento?
No lo sé. De lo único que
estoy seguro es que el General ha muerto, y como dije al comienzo, finalmente
nosotros –los que están conmigo– logramos escapar.
Pero es tarde ya.
Nuestras piernas presurosas a
diario corren como montón de huesos colganderos e insepultos, buscando
libertad, una morada.
Detrás de ellas, afanados y
polvorosos, nuestros brazos se agitan como el aire, mientras un ojo saltón y
volandero busca el camino a casa.
Así, todos seguimos corriendo,
escapando, aunque sea a pedacitos, sin importar que choquemos contra el viento.
Décadas han pasado ya después
de aquello, y aún hoy en las noches de invierno, voces quejumbrosas y sombras
desvaídas y vagantes, se ven correr por el pueblo.
Parecen huyendo.
La gente dice que son
fantasmas.
Lo cierto es que nadie
recuerda ya los años de la represión, pero nosotros, entre la confusión y la
interminable soledad del mundo muerto, seguimos errantes e invisibles vagando
por el aire.
Publicado en El Pequeño Periódico, General, tagged Add new tag, Cuentos
sobre el drama de los desplazados en Colombia., Narrativa colombiana el
noviembre 18, 2008 |
DESPLAZADOS POR LA VIOLENCIA
Analicemos una situación que se ve a diario sobre todo en
nuestro país, pero nunca nos hemos dado a la tarea de mirarla desde otro punto
de vista, es por eso que es tan esencial que la llevemos a cabo con la mayor
responsabilidad y conciencia. Vez por la televisión una noticia de una familia
muy pobre que ha sido desplazada por la violencia, uno de los integrantes de la
familia era un joven que como todos tenía muchos sueños y entre ellos era
estudiar y sacar a su familia adelante, pero a consecuencia del desplazamiento,
sus sueños ya no significaban nada para él, pues los veía aun más lejanos.
ACTIVIDAD
1. .
Representa por medio de un dibujo errantes e invisibles
2. ¿Qué
piensas de la situación que está viviendo esta familia, más específicamente el joven?
3. Ahora
ponte en el lugar de este joven. ¿Qué piensas?
4. ¿Dejarías que esta situación acabara con tus
sueños?
5. Ahora dime ¿cómo se siente estando en su
lugar?
6. Quien
es el responsable del desplazamiento en Colombia
7. Que
soluciones puedes proponer al desplazamiento
¿Y la hora 20? ¿Cual es?
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